Maraña Psicología | Terapia de pareja para fortalecer vuestra relación

Terapia de Pareja
Cuando “hablarlo” ya no basta (y el silencio pesa aún más)

Discutes por lo mismo en bucle, te preguntas si aún queda chispa o sientes que cargas a solas con el peso de la relación.

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FAQ's

No. Sirve para decidir si seguir, cerrar con cuidado o aprender a convivir sin guerras frías. El éxito no siempre es “seguir juntos”, sino que ambos ganéis claridad y paz.

Recomendable, pero no obligatorio. Podemos alternar conjuntas e individuales para que cada uno hable sin filtros y luego trabajemos en equipo.

Empezar individualmente ya genera cambio: comprendes tu parte del baile y decides pasos nuevos. A veces la otra persona se suma cuando ve resultados.

Podemos abordar deseo, comunicación y emociones. Si aparece un factor médico o técnico específico, derivamos a sexología clínica y trabajamos coordinados.

Claro. No validamos un único modelo: analizamos acuerdos, celos, límites y cuidado mutuo, sea monogamia, poliamor o lo que os haga sentido.

Solo si influye en cómo amas hoy. No es psicoanálisis eterno, pero entender viejas heridas ayuda a no repetir viejos guiones.

Con compromiso semanal, muchos notan menos tensión en 4-6 sesiones. Cambios profundos (patrones, confianza) suelen requerir varios meses.

El espacio es seguro y mediado. Los temas difíciles se trabajan con reglas claras: turno de palabra, validación y foco en entender antes que convencer.
Conflictos recurrentes
La misma pelea, distinto día

Discutís por lo mismo aunque jurasteis no volver a caer.

  • “Y tú más” eterno
  • Temas que resurgen en cada comida
  • Gritos o silencios que duran días
  • Cansancio después de cada round
Pérdida de confianza
Cuando la duda se mete en la cama

Infidelidad, mentiras o secretos que pesan más de lo que admitís.

  • Sospechas constantes
  • Revisar (o temer que revisen) el móvil
  • Promesas rotas
  • Celos que hacen ruido
Desconexión emocional
Juntos, pero con kilómetros de silencio

Rutina, niños, trabajo… y un hilo que se afloja sin romperse.

  • Habláis de logística, no de vida
  • Afecto en piloto automático
  • Sexo por rutina (o ni eso)
  • Sensación de ser más compañeros de piso que pareja
Objetivos vitales distintos
Cuando los mapas apuntan a hemisferios opuestos.

Hijos, ciudad vs. pueblo, estilo de vida… y la pregunta “¿Y ahora qué?”.

  • Discusión constante sobre futuro
  • Uno acelera, otro frena
  • Visiones opuestas de familia o carrera
  • Dudas de compatibilidad
Estrés externo en la pareja
Cuando la vida aprieta y la relación recibe el golpe

Crisis económicas, enfermedades, trabajo tóxico… la tormenta entra en casa.

  • Peleas por cosas que antes daban igual
  • Irritabilidad y culpas cruzadas
  • Falta de tiempo/energía para la relación
  • Sensación de estar “a la defensiva” siempre

Conflictos en bucle - romper la cinta repetitiva sin anularse

Cuando la pareja parece un disco rayado, no es falta de amor, sino falta de nuevas herramientas. Desmontamos detonantes, cambiamos el guion de la discusión y entrenamos escucha y negociación para que hablar no sea una batalla constante.

¿Sientes que...?

  • Empieza la frase y ya sabes cómo termina.
  • Las disculpas duran menos que la tregua.
  • Un chiste enciende fuegos viejos.
  • Sales de la discusión sin recordar por qué empezó.

FAQ's

Porque la superficie cambia, pero la necesidad base (p.e. reconocimiento) sigue sin cubrirse. Atacamos la raíz, no la rama.

Sirven cuando entiendes el fondo: emoción + necesidad. Sin eso, la técnica suena a guion y salta el enfado igual.

Evitarlos los agranda. Trabajamos cómo abordarlos sin escalar a guerra.

Modelo tortuga-erizo: enseñamos al erizo a bajar púas y a la tortuga a salir del caparazón.

Si hay desprecio, humillación o miedo constante. En ese punto priorizamos seguridad, no mediación.
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